Perfume (antes)

Armastus. Szelerem. Sevmek. Kärlek. Dashuria. Láska. Liebe. Love. Amour. Amore. Amor. Muchas palabras, muchas letras, un mismo concepto. Símbolos que buscan significar una reacción química, una atracción predestinada, un vínculo preexistente que renace en esta vida, el producto de una educación. Símbolos con los que buscamos significar tantas lecturas como lectores.

amor en diferentes idiomas

¿De qué nos enamoramos? ¿De lo que vemos? ¿De lo que sentimos? ¿Qué cosas hacen que desarrollemos sentimientos por una persona y no por otra?

Quizás el amor sea una serie de reacciones químicas que nos inducen a pensar que amamos cuando en realidad respondemos ante una serie de combinaciones de elementos e impulsos biológicos ajenos a nuestra conciencia.

Quizás el amor sea algo predeterminado. Hay un destino escrito por una voluntad superior a la nuestra, que hace que amemos a unos seres y no a otros.

Quizás el amor sea un síntoma de una relación que traemos de otra existencia. Quizás ya hemos amado a quienes amamos hoy, y ya nos han amado quienes hoy nos aman.

Quizás, el amor surja siempre que la otra persona cumpla determinadas condiciones. Si fuera así, entonces ¿cuáles son esas condiciones? De nuevo, ¿son establecidas por alguien/algo más? ¿O son producto de una construcción, de un proceso que ha ido convenciéndonos de que estas cualidades -y no otras- nos resultan atrayentes?

Si pensamos en todas estas cosas, no parece del todo descabellado sostener que aquello que llamamos «amor» no está en las cosas visibles, sino en una cadena de elementos intangibles que varían de uno en uno y dependen de una formación específica, de una educación determinada, de una cierta existencia propia de cada ser, que nos lleva a elegirla a «ella» o a «él» como ser amado.

¿Qué es el amor? ¿De qué nos enamoramos? Hoy me resulta imposible responder a estas preguntas. Sin embargo, algunas de estas cuestiones dieron luz a «Perfume», un breve relato de (des)encuentro.

Hasta la vuelta.

12 pensamientos en “Perfume (antes)

    • Comparto. En los distintos niveles de lectura de la realidad existentes, el de la química es -quizás- de los menos explorados masivamente y de los más fascinantes.
      Gracias por tu comentario.

  1. Pingback: Perfume | Pablo Tassani

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